La libertad de nuestro sentido crítico y racional ha presentado una serie de restricciones a través del tiempo, ya que los medios de comunicación han ejercido cierto control sobre lo que nos quieren informar y la manera en que lo van a lograr. A partir de las nuevas tecnologías, el flujo constante de información no ha sido del todo certera, por lo que es muy común encontrar falsedad en ésta, que en muchas de las ocasiones pueden provocar un enfrentamiento social.
Tal importancia tiene los medios de comunicación -considerados como el cuarto poder- que Castells destacó su importancia al indicar que son el espacio donde se origina el poder, caracterizado por monopolizar la información, provocar desigualdades y con ello engendrar una sociedad heterogénea.
Si bien se habla de que existe un mayor acceso a una información más plural, no significa que se procure un Estado democrático, dado que los medios se encuentran en manos de quienes detentan el poder económico o político, por tanto la información que se hace llegar al público ya se encuentra viciada. En consecuencia, en algunos casos los medios de comunicación desinforman de una manera disfrazada a los espectadores.
Desde dicha perspectiva, la comunicación funciona como una herramienta de control a través de un flujo saturado de información que puede intoxicar la racionalidad y criterio propio de cada uno de los espectadores.
Uno de los elementos que se ha vuelto imprescindible en los medios son las imágenes, que en palabras de Sartori nos hemos convertido en Homo Videns, donde la imagen tiene un mayor valor que las propias palabras.
Hoy las nuevas tecnologías han permitido incluso un nuevo tipo de periodismo, donde cualquier espectador a través de sus videos o imágenes tomados con un dispositivo, escriben acerca de lo que sea desde su percepción, careciendo de un punto objetivo, con lo que se pudiese engendrar un castigo social hacia cierto grupo social o persona, trascendiendo en algunos casos a aspectos legales. Ante ello, es imprescindible que el Estado busque y logre alfabetizar digitalmente a la sociedad en general.
Finalmente, el funcionamiento de un Estado democrático supone la necesaria existencia de instituciones. Los medios de comunicación si bien no son parte de las instituciones, en ocasiones han sustituido a las instituciones políticas, configurándose como actores políticos, fungiendo como constructores/voceros, ya sea de las instituciones políticas como de la opinión pública.
“Los medios de comunicación tienen una función que cumplir dentro de los gobiernos democráticos representativos, pero también responden a una lógica de mercado que se contrapone al principio de información, además la tendencia a la concentración de los medios de comunicación en grandes consorcios internacionales reduce las opciones de información, por ello es necesario pensar en armados institucionales que equilibren dos derechos: libertad de prensa y libertad de información. La posibilidad de consolidación y ampliación democrática, en parte está condicionada por el equilibrio entre ambos derechos.” (Villafranco, 2005, p. 19)
Existen ciertas artimañas que en ocasiones son usadas por los medios de comunicación para engañar o inducir a que los espectadores actúen de cierto modo en determinado momento. De acuerdo con Sylvain Timsit en “Stratégies de manipulation” hay diez estrategias de manipulación mediática (2002):
Después de estudiar la información de las secciones 4.5 Costos y formas de financiamiento de la democracia: recursos legales e ilegales y 4.6 Democracia, medios de comunicación y manipulación de masas, lee con atención las siguientes preguntas y elige la opción correcta.